Una normativa más estricta, el aumento de las expectativas de los inversores y los rápidos avances tecnológicos están a punto de convertir 2025 en un año decisivo para el panorama mundial en materia medioambiental, social y de gobernanza (ESG).
Según Gabriel Buzzi y Renato Ruiz, socios de Baker Tilly en Brasil y responsables de la práctica de ESG y sostenibilidad de la firma, hay cinco tendencias clave que determinarán la forma en que las empresas integrarán la sostenibilidad en sus operaciones y estrategias.
Más allá de mitigar los riesgos, las organizaciones que adopten un enfoque proactivo y estratégico de estas tendencias estarán bien posicionadas para generar valor duradero, construir la confianza de las partes interesadas e impulsar contribuciones significativas hacia un futuro más sostenible.
Principales tendencias ESG a tener en cuenta en 2025
1. 1. Aumento de las normativas y los informes sobre ESG
Se están introduciendo continuamente normativas ESG más rigurosas que obligan a las firmas a revelar sus resultados en factores ESG. A la cabeza se encuentran regiones como la UE, el Reino Unido y Canadá, que han aumentado los requisitos de información sobre ESG.
La aplicación de las normas NIIF S1 y S2, emitidas por la Junta Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB), marca un hito importante en la normalización de la información sobre sostenibilidad. Centradas en la información general sobre sostenibilidad (S1) y en la información relacionada con el clima (S2), estas normas pretenden unificar las prácticas de información, mejorando la transparencia y la comparabilidad entre empresas de todo el mundo.
«En 2025, se espera que más empresas se ajusten a estas normas, sobre todo en los mercados que ya adoptan marcos sólidos como el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima», explica el Sr. Buzzi.
«La adopción de estas normas permitirá a las empresas integrar perfectamente la información sobre sostenibilidad en sus estados financieros, proporcionando a las partes interesadas una visión más clara de los riesgos y oportunidades relacionados con las ESG».
«Y las empresas que adopten estas normas reforzarán la confianza de los inversores al agilizar el análisis de los datos y la toma de decisiones. El enfoque en la materialidad financiera garantizará que las revelaciones no sólo sean relevantes, sino que también estén estrechamente vinculadas a los resultados económicos de la empresa.»
2025 presenta una oportunidad crucial para que las empresas establezcan procesos internos sólidos, formen a sus equipos y se preparen para la aplicación de estas normas mundiales.
2. Pasar de ver la descarbonización como una limitación a reconocer las oportunidades de creación de valor en la transición
Los mercados mundiales del carbono se están convirtiendo en herramientas esenciales en la lucha contra el cambio climático, explica Ruiz.
«Este año, el comercio de carbono está llamado a alcanzar nuevas cotas debido a una normativa más estricta y a la creciente presión para lograr los objetivos de neutralidad de carbono. El mercado europeo del carbono, referencia mundial, seguirá expandiéndose, mientras que otras regiones, como Asia y América Latina, desarrollarán sus propias normativas.»
El avance de los mercados de carbono presenta tanto retos como oportunidades.
«Por un lado, las empresas deben reducir sus emisiones para evitar los elevados costes asociados a la compra de créditos de carbono», afirma Ruiz.
«Por otro, aquellas capaces de generar créditos a través de iniciativas como la reforestación y los proyectos de energías renovables pueden diversificar las fuentes de ingresos y mejorar su reputación entre inversores y consumidores.»
Una regulación más estricta también impulsa la innovación, dice el Sr. Ruiz, con tecnologías como blockchain que se aprovechan para garantizar la transparencia y la trazabilidad en el comercio de carbono.
«Para las empresas multinacionales, el desafío radica en equilibrar los requisitos de múltiples mercados mientras exploran oportunidades para crear impactos positivos a escala global.»
3. Las cadenas de suministro sostenibles se convertirán en un punto clave para el rendimiento ESG
En 2025, la sostenibilidad de las cadenas de suministro será una prioridad estratégica.
«Las empresas se enfrentan a una creciente presión para demostrar que sus cadenas de valor son ambiental y socialmente responsables», explica Ruiz.
«Esto incluye abordar cuestiones como las emisiones de carbono, las condiciones laborales, el uso de recursos y los impactos en las comunidades locales».
Las repercusiones normativas también son importantes, señala el Sr. Buzzi.
«La UE, por ejemplo, exige a las grandes empresas que rindan cuentas de las prácticas de sus proveedores, garantizando que no haya trabajos forzados ni daños medioambientales en sus operaciones. Estas exigencias están impulsando a las empresas a adoptar tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y blockchain para supervisar eficazmente sus cadenas de suministro.
«Las empresas que puedan demostrar responsabilidad a lo largo de sus cadenas de suministro obtendrán una ventaja competitiva, ganándose la confianza tanto de los consumidores como de los inversores. Sin embargo, lograrlo requiere una inversión sustancial en tecnología, formación y colaboración con los proveedores para alinear las prácticas y obtener certificaciones de sostenibilidad.»
4. La tecnología y la innovación ayudarán a que los informes ESG vayan más allá del cumplimiento de la normativa
El papel de la tecnología en la gestión ESG sigue creciendo, y 2025 promete avances significativos en este campo. La integración de IA, blockchain y análisis de big data en las operaciones de sostenibilidad está transformando la forma en que las empresas miden, supervisan e informan sobre el desempeño ESG.
Pero los avances tecnológicos ayudan a los clientes a ir más allá de la simple recopilación de datos y la presentación de informes, dice el Sr. Ruiz,
«La IA se está utilizando para predecir riesgos climáticos, identificar oportunidades de eficiencia energética y modelar escenarios de impacto económico y medioambiental. Blockchain está revolucionando la transparencia de la cadena de suministro, permitiendo el seguimiento de los productos desde su origen hasta el usuario final.
«Además, las plataformas digitales están mejorando el compromiso de las partes interesadas, facilitando la comunicación de las empresas con las comunidades, los empleados y los inversores.»
Las organizaciones que invierten en tecnología no solo están agilizando sus procesos internos, sino que están creando valor tangible para las partes interesadas, alineándose con las expectativas del mercado global.
5. Una conciencia cada vez mayor de que la sostenibilidad debe abordarse centrándose en el impacto y la perspectiva humanos.
La justicia climática se perfila como una cuestión central para 2025, destacando la necesidad de abordar los impactos desiguales del cambio climático. Las comunidades vulnerables, a menudo las más afectadas por los desastres climáticos, reclaman una mayor atención por parte de empresas y gobiernos para mitigar estos impactos de forma justa y equitativa.
Para las empresas, la justicia climática implica tener en cuenta tanto los aspectos medioambientales como los sociales en sus estrategias de sostenibilidad, afirma Buzzi.
«Se anima a las empresas a desarrollar iniciativas que combinen la reducción de las emisiones de carbono con beneficios sociales, como la creación de empleo, el acceso a tecnologías limpias y las inversiones en educación medioambiental».
Las organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, hacen hincapié en la justicia climática en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), promoviendo políticas más inclusivas. Para las empresas, esto representa una oportunidad de predicar con el ejemplo, demostrando su compromiso con un futuro más sostenible y justo para todos.
Oportunidades para liderar un cambio positivo
Las tendencias ESG para 2025 subrayan la urgencia de que las empresas se alineen con las prioridades medioambientales y sociales modernas. Desde la consolidación de las normas hasta el avance de los mercados de carbono, pasando por la sostenibilidad de las cadenas de suministro, estas tendencias ofrecen claras oportunidades para que las empresas lideren un cambio positivo.
Las empresas que adopten un enfoque proactivo y estratégico para integrar estos cambios en sus operaciones estarán mejor posicionadas para navegar por las complejidades del mercado mundial. Más allá de la mera mitigación de riesgos, estarán en condiciones de generar valor duradero, fomentar la confianza de las partes interesadas e impulsar avances significativos hacia un futuro sostenible.
En última instancia, 2025 exigirá visión, innovación y dedicación a las empresas que se esfuercen por liderar este panorama en evolución.